La Virgen del Pilar y la Guardia Civil

La Virgen del Pilar lleva más de un siglo siendo la patrona de la Guardia Civil. Casi desde su creación, pero os vamos a contar cuales fueron las razones para esta elección.

Desde su creación en 1844 por el II Duque de Ahumada, la guardia civil tuvo como una de sus misiones, la vigilancia de los caminos de su majestad, y la detención de los bandoleros, que por aquella época los volvían inseguros, esto supuso la pérdida de una gran cantidad de  miembros del cuerpo recién creado.

Como consecuencia de aquellas primeras muertes, su fundador fue fraguando la idea de la creación de un colegio que diera cobijo, educación, formación y cauces de realización personal a los huérfanos de cuerpo. La preocupación de que los hijos de los guardias civiles adquirieran cierto nivel cultural fue tal que el duque de Ahumada tuvo que modificar algunas normas sobre destinos de los guardia civiles. Así, la circular de 5-12-1850 recogía que “…el voluntario que a la creación del Cuerpo entró a servir con un hijo de tres o cuatro años, tiene hoy los nueve o diez cumplidos y si su padre no es destinado a un pueblo donde haya escuela, no podrá esta criatura adquirir los primeros conocimientos necesarios para prosperar en el mundo, y sus padres, con la ilustración que da el servicio en el Cuerpo, no podrán menos de ver con sentimiento esta privación”.

Esta idea de protección de los hijos del cuerpo del fundador de la guardia civil y el arte del bien mandar de este, alcanzaron extremos tan entrañables como el encauzamiento del porvenir de los hijos de los guardias civiles.  Dado que la asistencia social apenas existía en España y viendo la oportunidad de la buena disposición y del cariño de la reina y su gobierno para con la Guardia Civil, tuvo la feliz idea de que, a través de la  Real Ordenanza de 1 de abril de 1853 (nueve años después de la fundación de la Guardia Civil), fuese creada la Compañía de Guardias Jóvenes, y en uno de sus párrafos decía: “…que el objeto de la misma era la educación de los huérfanos y de los hijos de las clases de tropa que sirven con honradez en la Guardia Civil».

En el año 1864, en el recién creado Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro se incorporó su primer Capellán Castrense, el sacerdote Miguel Moreno. El cual, durante su estancia, habilitó como capilla el aula de Instrucción Primaria, colocando en ella una pequeña réplica de la Virgen del Pilar.

Dado que la devoción de los alumnos que salían de este colegio a la Virgen del Pilar fue notoria, la Dirección General de la Guardia Civil solicitó al Vicario General Castrense autorización para celebrar la Santa Misa en aquella aula. Un mes después, el 24 de septiembre, la Virgen del Pilar era declarada Patrona de la Compañía de Guardias Jóvenes.

A partir de ese momento los conocidos como “Guardias Jóvenes”, al trasladarse a sus destinos, siguieron procesando de esa devoción a la Virgen del Pilar, y el paso de distintas promociones de estos Guardias Jóvenes, esta devoción se extendió rápidamente por todos los cuarteles del cuerpo.

Por esta razón el en 1913 el entonces director general de la Guardia Civil, el Teniente General Ángel Aznar Butitueg, solicitó al Rey que fuera proclamada patrona de la Guardia Civil. La orden fue firmada por Alfonso XII el 8 de febrero de ese mismo año.

Se establecieron los principios generales de lo que habría de ser la festividad para los guardias civiles: “una fiesta del compañerismo, en la que los componentes de cada acuartelamiento se reúnen para rezar por sus compañeros caídos en acto de servicio y por el duque de Ahumada, organizador y primer Inspector General del Arma”. Asimismo, se pedía a los agentes que hicieran un reconocimiento a la Patria y al Rey.

La primera celebración fue realizada con la austeridad y gravedad que correspondía al momento que España atravesaba, debido a las campañas en Marruecos. A lo largo de los años, la Guardia Civil ha ofrecido varias ofrendas a la Virgen del Pilar como muestra de respeto, el 13 de mayo de 1917, coincidiendo con la fecha de creación de la Guardia Civil, se colocó una placa en la Santa Capilla de Basílica del Pilar de Zaragoza, en la que figura. “Los Generales, Jefes, Oficiales y personal de Tropa del Instituto de la Guardia Civil como homenaje a Nuestra Señora la Virgen del Pilar declarada su Excelsa Patrona por Real Orden de 8 de febrero de 1913”.  El 9 de febrero de 1927, el General Eliseo Álvarez Arenas ofreció a la patrona un manto bordado en oro y plata, o la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil, máxima condecoración que concede el cuerpo, concedida el 11 de octubre de 1994 con motivo de la celebración del 150 aniversario de la creación del cuerpo.

Todos los años, el 12 de octubre, se celebra en los distintos acuartelamientos de la Benemérita esta festividad. Siguiendo desde el año 2013 lo dictado en la Orden General publicada el 3 de octubre para dar las instrucciones a la hora de celebrar la fiesta de su Patrona, además de la celebración religiosa. En ella, se decretaba que “en todos los puestos se vestirá de gala, izándose la bandera en las casas-cuarteles, previa la venia de la autoridad militar de la plaza, donde la haya”.

Asimismo, quedaba reflejado que en las capitales de provincia se costearía una misa rezada, que se aplicará en sufragio de los compañeros del Cuerpo fallecidos, asistiendo a ella la fuerza franca de servicio, con armas y al mando del jefe de la línea.

En los años más duros de la lucha contra el terrorismo etarra en el País Vasco y Navarra tenía una especial significación ya que se recordaba a los agentes asesinados por la banda criminal (100 en el caso de la Comandancia de Guipúzcoa) y se reafirmaba la voluntad de seguir luchando en defensa de la libertad de los ciudadanos y la unidad de España.

En los días anteriores a esta fecha, se suelen organizar concursos y otros eventos, algunos de ellos destinados a los hijos de los guardias, todo ello en el ambiente de compañerismo que se recomendaba cuando se proclamó el patronazgo de la Virgen del Pilar. Asimismo, se hace entrega de condecoraciones a los agentes y personas civil que se han hecho merecedores de ello. Los actos concluyen siempre con la interpretación del himno del Cuerpo con las referencias al honor, principal divisa, y vivas a la Guardia Civil, al Rey y a España.

 

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