Luz, color, arte y tradición: aproximación al Rosario de Cristal de Zaragoza.


Durante las Fiestas de Nuestra Señora del Pilar uno de los actos de mayor importancia por tradición, vistosidad y originalidad es sin duda la Procesión del Rosario de Cristal.


Esta iniciativa tiene su germen en el siglo XVIII, cuando la devota María Ana Velilla y Lausana, hacia el año 1755, acompañada de unos pocos fieles salen a la calle de manera espontánea cantando la última parte de la oración, lo que al poco tiempo se ampliará en un considerable número de participantes. En estas manifestaciones de la religiosidad que eran acompañadas de velas, antorchas y pequeños faroles verán la inspiración los hermanos León y Rogelio Quintana y el gran arquitecto Ricardo Magdalena.
Como bien escribe la historiadora del Arte Blanca Isasi, “Los faroles artísticos no eran pues una novedad, pero sí lo eran para la nueva función de representar la oración, convertidos en fanales monumentales con la representación de las escenas con los misterios en una de sus caras mediante una luna coloreada. De esta manera se consiguieron dos cosas: resultaba una forma sencilla y fácil para que el pueblo pudiera asistir a la procesión y reconocer la parte que se rezaba y, de paso, aumentar la devoción mariana”.
La Cofradía del Excelentísimo Rosario se había establecido canónicamente el 2 de enero de 1889 de manera que casi corre en paralelo la idea de la procesión del Rosario monumental con el establecimiento y desarrollo entre los fieles de la propia Cofradía. “Pasar” de esos pequeños faroles a los que hoy vemos discurrir por las calles de Zaragoza parece un proceso en apariencia lógico y sencillo. No fue así, hubo considerables retos que van desde los técnicos a los meramente artísticos/religiosos y por supuesto a los eternos temas económicos. Recordemos por tanto que Magdalena cederá gratuitamente sus diseños a la Cofradía lo que sumado a la pericia del vidriero León Quintana harán que este Rosario sea tan admirado, pues no olvidemos que nos encontramos a finales del siglo XIX.
La colaboración entre la empresa de vidriería artística y el arquitecto municipal dará lugar a una escenografía original y única que se desarrollará en dos importantes fases. A grandes rasgos una en 1889 y otra en 1890.
La primera saldrá al anochecer del 12 de octubre y serán faroles de mano, 244 en concreto, repartidos en 150 Aves Marías, 15 Páter Noster, 15 Glorias Patri, las Letanías con los cuatro modelos de las Salutaciones, Kyrie y Agnus Dei.
La segunda fase siempre con el binomio Magdalena- Quintana será principalmente el diseño y construcción de los 15 Misterios, es decir los 5 Gozosos, los 5 Dolorosos y los 5 Gloriosos. Su estilo era denominado en la época como “gótico-bizantino”, una estructura con infinitas piezas de colores en un cubo cerrado. Se daba comienzo a una nueva etapa de engrandecimiento que tiene diversos aspectos, uno de ellos es el reconocimiento del oficio artesanal de los Quintana, pues su empresa habría de convertirse en una saga familiar.
El otro aspecto que se desarrolla a partir de entonces y que hace también tan original el Rosario es que se ha seguido ampliando la Procesión con el paso de los años. No olvidemos por ejemplo el “Farol de la Asunción” realizado en 1954, por el tercero de la saga Quintana, Rogelio; el del “Ángelus” donado por el propio artesano en 1944; la Carroza de la “Venida de la Virgen” con diseño de Magdalena, la única en madera con imágenes del escultor Francisco de Borja (1902) o el popular y querido “Farol de la Hispanidad”, tema tan actual por otra parte con diseños de Manuel y José Romero Aguirre realizados por los Quintana, y que el Ayuntamiento de Zaragoza donó en 1946.
La ampliación y embellecimiento ha llegado hasta nuestro días. El Farol con los 5 Misterios Luminosos que instauró San Juan Pablo II fue realizado a expensas de los Colegios Profesionales de Aragón según diseño de Carmen Pérez. Esto sumado a que el Rosario requiere un continuo mantenimiento nos indica la importancia y el valor de conservar este patrimonio.
Sin embargo, aparte de estas joyas de la vidriería, pocas veces se habla de la iglesia dónde desde 1999 se ideó la apertura de un gran Museo para albergar de manera permanente todos los elementos que se relacionan con este Rosario de Cristal. Único en su género, como el propio Rosario, este espacio expositivo fue impulsado por el Cabildo Metropolitano y es hoy en día es uno de los alicientes turísticos de nuestra ciudad.
Alberga además una importante colección textil de antiguos estandartes procesionales, algunos de ellos ya en desuso y necesitados de restauración pero de gran valor artístico y documental. También piezas que ya no salen en la Procesión como los fanales con forma de leones, águilas o jarrones, o las del Arca de la Nueva Alianza que se utilizaban antiguamente.
La iglesia del Sagrado Corazón fue construida por los hermanos arquitectos Regino y José Borobio Ojeda. Aunque las obras comenzaron en 1929, tras el derribo de la antigua iglesia de San Pedro Nolasco, quedaron paralizadas durante la II República, reanudándose después de la guerra civil siguiendo un proyecto de 1938. Todo el Templo está impregnado por un aire neo-gótico tanto en su fachada cómo en su interior con planta de salón resuelta a base de tres naves y tres tramos que se adaptan a la irregularidad del solar.
La esbelta fachada sigue este planteamiento clásico flanqueada con dos torres de planta cuadrada. Hay una abundancia del arco apuntado como referencia goticista, lo cual se repite al interior, donde también hay una gran variedad de vidrieras redundando en un espacio de luz diáfano y libre de obstáculos para facilitar la participación del fiel acorde con las teorías del desconocido “Movimiento Litúrgico” previo al Vaticano II.
Para concluir decir que el Rosario de Cristal de Zaragoza tiene su reflejo utilizando un símil muy apropiado en otros muchos. En Aragón con los 5 Misterios completos están los de Tauste, Borja, Perdiguera y Aniñón. Además hay otros con Faroles cómo los de Híjar, Calatayud…
Fuera de nuestra Comunidad Autónoma están los de Pamplona, Sigüenza, Haro y el de Vitoria. Esta gran Procesión del “Rosario de los Faroles” de Vitoria, tiene lugar la noche del 4 de agosto con motivo de la festividad de su patrona la Virgen Blanca, que se celebra el 5 de agosto. Su origen se encuentra directamente relacionado con el de Zaragoza.
Quizás el que más hubiera servido para difundir la labor de la empresa Quintana y colocar al Rosario de Zaragoza como referente hubiera sido la construcción del de Madrid. Una oportunidad perdida… Quizás el momento de este tipo de obras mezcla de religiosidad popular, artesanía y talento creativo ya estaba pasando. Quizás.
De estos otros “Rosarios” hablaremos en otra ocasión pues resulta muy interesante ver cómo el de Zaragoza extendió su haz de luz y color por otras regiones. La tarde noche del 13 de octubre el “Rosario de Cristal” es una magnífica oportunidad para apreciar un espectáculo único obra de unos grandes artistas y de muchas personas que como el propio rosario cuenta a cuenta se han ido desgranando por las calles de nuestra ciudad aportando lo que hoy disfrutamos y es patrimonio de todos.

No hay comentarios

Escribe un comentario

*