
16 May “Historias de la Modernidad. Diseño y arte del siglo XX”.
El 26 de marzo se inauguró en el Palacio de Sástago la exposición «Diseño y arte del siglo XX. Historias de la modernidad», comisariada por el arquitecto Luis Feduchi y Pedro Reula, director de la Galería Studiolire, de cuya galería proceden las obras.
La muestra es un recorrido de la historia moderna del diseño, las artes aplicadas y del arte. Contada a partir de una selección de obras vamos entendiendo el camino hacia la modernidad en España.
Este año se cumple el centenario de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas celebrada en París en 1925, muestra en la que las naciones modernas e industriales compiten por mostrar los adelantos en la Industria y en las artes decorativas.
En esta Exposición van a surgir dos movimientos artísticos completamente distintos que van a marcar el devenir del diseño contemporáneo:
Por un lado, el Art Decó o las Artes Decorativas; una tendencia lujosa y refinada influenciada por el modernismo. Este era un arte destinado a las clases acomodadas. La “Cómoda-Bar” de Ramón Rigol estaría dentro de esa tendencia.
Por otra parte, surge el racionalismo, una nueva tendencia vanguardista, influenciada por el mundo industrial que pone por delante la funcionalidad a la decoración. Ésta se dirige a una clientela más amplia.
La exposición del Palacio de Sástago sigue esta segunda tendencia, aunque en el caso español vemos que la vanguardia coexiste con la tradición.
Antes de la Guerra Civil Española hubo un primer germen del diseño de la mano del grupo Gatepac, formado por arquitectos racionalistas. Este primer intento de modernización quedó truncado por la guerra. De este período, sobresale la emblemática “Butaca MIDVA”, silla que se empleó para contemplar el Guernica de Picasso durante la Exposición Internacional de 1937 en París.
No será hasta los años 50 cuando se retome este intento de modernidad de la mano del SEDI. En esta década fue apareciendo en España una nueva clase media con capacidad de consumo. Algunas empresas con visión pionera invirtieron en diseño e innovación.
Luis Feduchi, arquitecto del SEDI, diseñó junto con su hijo Javier la “Silla Parábola» para el hotel Hilton de Madrid.
Otra de las obras distinguidas es la «Silla Riaza” de Paco Muñoz. Los muebles de Muñoz fueron innovadores y sofisticados, realizados en serie pero dando especial protagonismo a los materiales tradicionales como la madera y el cuero. De esta manera, modernidad y tradición fueron de la mano. Muñoz fundó Darro junto con Fernando Alonso, marca que se dedicó a producir algunas de las sillas más icónicas del diseño español. Dicha firma recurrió a procesos industriales para abaratar costes y democratizar el diseño.
También destacan las sillas expuestas en la Trienal de Milán de 1957, certamen donde se postulaba la integración de las artes en arquitectura y artes decorativas. Ese año se centró en el diseño industrial y el mobiliario estandarizado.
Éste era un marco exigente para España, que se encontraba lejos del desarrollo económico y tecnológico de otros participantes europeos. Aún así, la administración española quiso que sus pabellones transmitieran un mensaje de modernidad que contrasta con su reputación de dictadura reaccionaria.
Montaron un impactante espacio expositivo que asemejaba un coso taurino y en el centro, un conjunto de sillas; la “Butaca Toro” de Miguel Fisac y la “tumbona Barceloneta” de Federico Correa y Alfons Milà. Ambas pueden contemplarse en el Palacio de Sástago.
La “Butaca Toro” fue uno de los diseños más relevantes del panorama español ya que no interpretaba ningún diseño visto anteriormente. Ésta combina la estructura lineal con la parte curva del respaldo que asemeja la cornamenta de un toro.
Por otro lado, la “Silla Barceloneta” tiene un diseño más social. Fue pensada para el bloque de viviendas sociales de la Marina, y es una de las mejores muestras del racionalismo mediterráneo de los años 50.
A partir de los años 60 podemos comenzar a hablar de diseño con propiedad. Los diseñadores se organizaron profesionalmente, y crearon asociaciones de diseño industrial.
Esto surge de la necesidad de dotar a los objetos resultantes de la producción industrial de un aspecto más estético. Muchos artistas y empresarios comenzaron a fabricar productos con formas semejantes a las de los objetos artesanos, para no romper con la tradición de manera tan radical. Uno de los autores más destacados fue Néstor Basterretxea, el cual trabajó en varias de las empresas más relevantes del diseño en España: H Muebles, Espiral y Biok.
Basterretxea, además de diseñador, fue un artista completo, experimentó con la escultura e incluso la dirección de cine. Es considerado como uno de los principales renovadores del arte vasco del siglo XX.
El gran cambio en el diseño se va a producir en 1966, año en el que la Universidad de Madrid recibió un ordenador IBM para su Centro de Cálculo. Gracias a éste, artistas y arquitectos experimentaron con la composición modular basada en proporciones.
El mejor ejemplo de arquitectura modular lo encontramos en Rafael Leoz, propuesto como premio nobel de la Paz por sus estudios de vivienda social. Leoz fue el creador del módulo Hele, con el cual se podían hacer infinitas formas que luego podían ser plasmadas tanto para construir edificios, diseñar mobiliario o crear obras de arte formadas por sus módulos.
Por último, en la Sala III podemos ver un diálogo entre las artes aplicadas, la artesanía y el diseño industrial. Artesanía y diseño industrial, por definición, son conceptos enfrentados. Sin embargo, en esta exposición podemos ver una selección de diferentes estilos, épocas y maneras de entender la artesanía en este nuevo contexto industrial e influenciada por las ideas modernas del diseño.
Son dignas de mención las piezas cerámicas de Antonio Salvador Orodea, que formaron parte de la Feria Mundial de Nueva York de 1964-65. Sus obras integran la experiencia artesanal con la concepción del diseño industrial.
La muestra se podrá visitar hasta el 1 de junio de martes a sábado de 11h a 14h y de 18 a 21h. Domingos y festivos de 11 a 14h. Además se realizan visitas guiadas de la exposición bajo reserva en el +34 680 81 41 00 o en el mail reservaspsastago@gmail.com.

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